Desde hace rato vengo escribiendo en este blog sobre los cambios personales y sobre mi experiencia al respecto. Pero siempre me he preguntado por qué la mayoría se resiste tanto ante un cambio, aún cuando tenga sobrados motivos para llevarlo a cabo. Hoy quiero escribir lo que pienso sobre esto, pero no pretendo más que darle inicio a un debate que nos debemos mucho más amplio y profundo acerca del tema. ¿Nunca te ha sucedido que pese a aceptar la necesidad de cambiar algún aspecto de tu vida aún no llegas a concretarlo? Creo que muchas veces llegamos a un punto donde la evidencia acumulada nos va forzando a cambiar, pero algo de nosotros parece incluso llegar a boicotear todo intento. Cuando tomamos conciencia de la auténtica necesidad de un cambio, esto nos debilita, de alguna manera nos pone un freno en nuestro "derrotero existencial". ¿A qué se debe esa reticencia, esa firme posición conservadora? Puede parecer que hay una parte nuestra que trata de mantenernos lo m
¿Por qué animarse a ser diferente? ¿Por qué no quedarnos en la comodidad de lo que hacen todos? ¿Para qué correr el riesgo? Este es un blog muy particular para mí, porque me llevó a forzar la publicación de cuestiones muy profundas y muy mías, pero que a su vez también lo son para los demás. ¿Contradicción? Para nada, simple paradoja de la vida.